Con mis ojos puestos en todo lo que pudiera pasar el siguiente año, me era difícil creer en que las cosas se podrían dar de una manera o de otra, me era difícil soñar con un mañana que no podía siquiera imaginar, me era difícil responder a las preguntas del que seria de mi mañana, me era difícil predecir el qué pasaría conmigo y responder a mi entorno cercano de una manera racional el que seria de mi los próximos meses si dejar espacio para un milagro, para una lluvia de expectativas o de incertidumbre porque el mañana estaba por anunciarse y no tenía la respuesta.
Llamado a esperar y a atender el presente como mi pendiente de disfrutar, a gozarme de las oportunidades que tendría durante el día de hoy, a ver el mañana como una oportunidad, a recordar las oportunidades que tengo hoy, de las que no había podido disfrutar en el pasado, ha evaluar cada momento de acuerdo al costo oportunidad de lo que me había costado en el pasado.
Y tú, vuelve a tu Dios, practica la misericordia y la justicia, y espera siempre en tu Dios. Oseas 12:6
Habiendo evaluado mi vida, haciendo una retrospección de lo que tenía hoy y de lo que deseaba tener para la edad que tenía hoy, pude poner en una balanza los puntos positivos y los puntos negativos, pude entender que mis victorias solo eran el 50% de las que esperaba tener, habia encontrado que me había enfocado tanto en algunas de ellas que no había dejado de lado, a pesar de que su importancia y equivalencia para mi como persona.
En una edad avanzada mi hoy lucía casi cubierto, mi hoy lucía muy lejano de un posible retroceso y bastante avanzado. Mi hoy lucía como un puerto pesquero, lleno de barcas llenas de mercancía en un ambiente ruidoso pendientes de ser descargadas y de encontrar lugar en las cestas de las personas alrededor; inclusive cuando ellas no estuvieran abiertas a ello.
Manteniendo mi mente enfocada en lo que estaba por venir, en lo que parecía ser pero aun no tomaba lugar, perdía la concentración y me llenaba de temor el ver la incertidumbre tocar mi puerta de forma desesperada al ir en contra de mi forma regular de vivir, al ir en contra de lo que solía ser mi ámbito de experiencia.
Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo {sus} intrigas. Salmos 37:7
Sin mucho más que hacer que disfrutar mi presente, que vivir el hoy con expectativas de encontrar respuestas en el camino, de encontrar respuestas en el actuar diario, de ver el tiempo como el espacio para llenar mi mente y tiempo de felicidad. Todos aspectos que emocionalmente me cubrían y me permitían afrontar una pocision diferente a la que la incertidumbre y el desequilibrio me presentaban.
Pensando en las bendiciones de hoy, encontré descanso y felicidad, encontré agradecimiento y deseo de mas, encontre un Dios, que era capaz de llenar mi cesta y que me invitaba a enfrentar cada mañana al igual que las aves o las bestias del campo, que vivían sin desesperación y a las que el se gozaba en alimentar cada ma;ana. Mi testimonio, mi realidad de hoy y mi fe en el que mañana solo Dios lo conoce, pero que entre todo dios lo tiene cubierto.
