Acercándome al final del año, al último cheque que recibiría de soporte social, al último mes que tenía pago y cubierto en el lugar en donde estaba viviendo, sin una solución en frente y sin un plan de trabajo que entregará todo bajo mis manos. Me encontraba en el momento en el que regularmente tendría más estrés que nunca, en donde la preocupación debería estar reinando sobre mi y en donde mis planes de escape deberían ser cientos. Sin embargo para mi sorpresa me encontraba como en un limbo en donde no sentía nada diferente a tranquilidad, a falta de un par de días y con la incertidumbre en su punto más alto del año.
Sin ningún síntoma emocional de alerta o aviso de lo que estaba sucediendo en mi vida, empezaba a generar ansiedad la situación que empezaba a tocar mi puerta, en donde todo y todos y señalan que lo mejor para mi era una respuesta rápida, era vender lo que tenía hoy, empezar a recoger y alistarme para salir corriendo del lugar en donde parecía que no tenia mas lugar, de acuerdo a mis capacidades.
Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo {sus} intrigas. Salmos 37:7
Con ideas cruzadas, con el deseo firme de quedarme, de mantenerme en el lugar en donde estaba, de no sufrir de estrés actual o futuro, de no tener que regresar al país en donde no tenia alguien mas que a Dios y a viejos amigos conocidos, o a el país en donde había crecido en donde no había más que batallas y victorias fantasmas cuyo fin era negativo y superficial.
Miraba mi panorama con detenimiento para intentar escribir las posibles salidas e intentar entender cuáles serían las repercusiones que podrían golpearme si todo pasaba de la peor manera en la que había pensado que podía pasar. Miraba mi panorama intentando visualizar todo, con un diagnóstico. No obstante y a pesar de lo oscuro que se veía de lo malo que podría llegar a hacer, me sentía tranquilo, me sentía lejano de aquel mal panorama y sabía que si vendría solo sería uno más.
Falto de palabras para describir la situación en la que me encontraba, de atribuir mis batallas y mi capacidad para salir de ellas a mi fe, me encontraba ante un escenario conocido en donde todo mi alrededor caía como cáscaras, en donde todo mi alrededor no encontraba solidez y en donde mi esperanza no tenía explicación. En donde mi cuenta bancaria estaba sobre ceros, en donde los valores negativos empezaban hacer mis amigos y en donde mis amigos cercanos, se habían ido y me habían dejado de lado.
Por tanto, el SEÑOR espera para tener piedad de vosotros, y por eso se levantará para tener compasión de vosotros. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia; ¿cuán bienaventurados son todos los que en Él esperan! Isaías 30:18
Solo con Dios, una biblia y un par de libros de pruebas de fe, me encontraba expectante de ver el milagro suceder, me encontraba orando y pidiendo por fe, me encontraba queriendo disfrutar el minuto a minuto, queriendo disfrutar lo que sucedería hoy, dejando el mañana a Dios.
En estas circunstancias encontré claridad, encontré un Dios capaz de llevarme más allá de lo visible, capaz de entrenarme para más, capaz de mostrarme mas de el y capaz de dejarme percibir por encima de mi ángulo visual, encontre en Dios fidelidad y compromiso, encontre respaldo y hoy puedo decir que aunque me preocupa no preocuparme, descanso en Dios y espero por su confirmacion del que será el siguiente paso. ¿Haces lo mismo? no puedo decirte más que ores y esperes.